Sombras vespertinas
que oscurecen fríamente
el calor de una mirada.
Sombras ocultas,
inconscientes
trastocan
el volátil renacer de una
bella alborada,
sublevada por los
sentimientos
que hieren el alma.
Aquella expresión
de sonrisa elocuente,
Y esa mirada luminosa
de ojos enamorados
que llega con el amor
naciente
se va ahogando
fríamente con el devenir
del mar de su engaño.
Tímido amor que sin avisar
se asomaba,
como el alba naciente,
se muere de pena y de dolor,
vislumbrando, quizás lo
oculto,
lo frívolo y falso
en cada uno de sus actos,
descubriendo en su ocaso
la verdad de su mentira.
Sombras, enmascaradas
cabalgan por mis piel.
Sombras vespertinas
se apoderan de mi vida
sin compasión,
diluyendo la ilusión
del amor que pudo ser
y ya no es,
se disolvió entre las
sombras
tempranas del amanecer .
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