Si supieras
no me di cuenta, no se como
fue,
cuando mis ojos cerré,
cuando mi boca calle,
cuando mis oídos cubrí
ya era tarde ,
nunca lo entendí,
y todavía no lo entiendo,
los años y sus días,
los meses cuales horas,
el planeta en su traslación,
y un zumbido,
torbellino que me
levanta y luego
me deja caer.
Ya he perdido la cuenta
de los cuentos
y las historias que de niña
escuchaba sentada en el
piso del balcón
del abuelo.
Ese mundo de rosas,
jazmines y perlas,
de las vírgenes en espera
del príncipe azul
que por ser azul
ha de ser perfecto
y por ser perfecto
jamas ha de llegar.
copyright©
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